Estoy en Barceloneta. Encontre un anuncio donde alguien alquilaba un atico con dos habitaciones. Es temprano para la entrevista. Camino, recorro, fumo, veo, observo, escucho. Voy hacia el mar. De pronto alguien sale corriendo desesperadamente y un viejo detras, despues otro, despues otro, y otro mas. A dos cuadras lo alcanzan y una diez personas trantan de pegarle, habia un camarero que lo protegia, un camarero gigante de 2 metro por lo menos. Me acerco, me mezclo, me confundo, me integro... Alguno comienzan a gritar "inmigrante" "fuera". "inmigrante"... es una palabra que ultimamente me da miedo, me paraliza, y siempre trato de esconderal. Niego mi raiz. Entre el alboroto alguien se acerca y comienza a comentar... respondo en italiano, pasa... Paso por europeo, hablo el italiano como lengua materna. Pero soy argentino, soy inmigrante... como el otro. El resto, hacen comentarios, que ladrones, que inmigrantes, que fuera todos los que no sean españoles... Tengo miedo. Hablo en italiano.
La escena rapidamente se reduce al ladron, al camarero, dos viejos, y yo. Yo, que me siento unido al destino del ladron como nadie. Y probablemente el camarero tambien... Resulta que el camarero es inmigrante, resulta que él tambien es musulman... como el ladron. Hablan, discuten, miran para todos lados... el ladron le suplica que lo suelte, que termine con la pesadilla suya, con la mia y con la de otros. "que no me gusta robar, pero no tengo papeles y no consigo trabajo", "que si me agarra la policia, me matan, soltame, sos como yo". No se que pensar, alguien me mira y me pide opinion, en ese instante el ladron detiene su mirada en la mia. Me mide, me siento desnudo. Su condicion de inmigrante desnuda la mia. Retomo el italiano, y el chispazo en el cerebro me delata, pero todos disimulamos. Me tiemblan las piernas. Sigo con el italiano, digo algo parecido a una excusa y me retiro.
A la noche, la mirada del inmigrante sera la mia, y tengo miedo.